El 1 de julio de 2025, astrónomos del proyecto ATLAS detectaron un visitante cósmico que ha generado más preguntas que respuestas: el cometa 3I/ATLAS, el tercero proveniente de fuera del Sistema Solar. Desde entonces, su comportamiento anómalo ha desatado teorías que van desde rarezas físicas hasta la posibilidad de origen tecnológico.
Este cuerpo viaja a 60 kilómetros por segundo y alcanzará su punto más cercano al Sol el 29 de octubre, mientras se aproxima a la Tierra en diciembre. Aunque no representa peligro, su composición y actividad inusual han encendido las alarmas científicas.
Lo más inquietante: una anti-cola, un chorro de material dirigido hacia el Sol, fenómeno jamás visto en un cometa. Además, análisis preliminares revelan trazas de níquel artificial y cianuro, elementos atípicos en cuerpos naturales.

El astrofísico Avi Loeb, de Harvard, ha sugerido que 3I/ATLAS podría tratarse de una nave interestelar en desaceleración, hipótesis que divide a la comunidad científica. “Este objeto no se comporta como nada que hayamos visto antes”, señaló el experto.
Mientras los telescopios del mundo siguen cada movimiento del cometa, el público se pregunta si 3I/ATLAS será una simple curiosidad astronómica… o la primera señal real de una inteligencia más allá de la Tierra.