En Gaza, la falta de sistemas de defensa, como sirenas antiaéreas y refugios antibombas, deja a más de 2 millones de palestinos, incluido 1 millón de niños, sin protección contra los ataques. En lugar de estas defensas, depende de las escasas alertas proporcionadas por el ejército israelí a través de llamadas o mensajes de texto para saber cuándo huir de un posible ataque. Los bombardeos israelíes en respuesta al ataque de Hamás el 7 de octubre han generado pánico y desesperación en Gaza, con más de 1.000 víctimas, incluidos 290 niños. Israel reporta más de 1,200 muertes en su territorio. Como resultado de los bombardeos, al menos 200.000 personas, alrededor del 10% de la población, han tenido que abandonar sus hogares en Gaza desde el 7 de octubre.
La ausencia de medidas de defensa civil también ha perjudicado a los trabajadores humanitarios y médicos internacionales, quienes deben lidiar con advertencias impredecibles y súbitas de contraataques por parte de Israel.
Un comunicado de Médicos Sin Fronteras, del martes destacaba cómo algunos integrantes de su equipo en Gaza recibieron un mensaje de texto en plena noche instándoles a abandonar sus viviendas. «Tienes que despertar a tus hijos en mitad de la noche y abandonar tu casa, sin llevarte ninguna de tus pertenencias», decía el mensaje.