El ataque del grupo terrorista Hamas hacia Israel, fue sin precedentes y aparentemente sin un motivo mayor, aunque el historial de enfrentamientos dirigidos a Israel por parte de los diferentes países de territorio palestinos es larga, nunca antes el nivel de hostilidad de esos países avanzó tanto hasta este 7 de octubre cuando Hamas atacó ininterrumpidamente a posiciones israelíes.
Los milicanos planificaron el ataque y lo coordinaron cuando Israel realizaba un tradicional festival judío en su frontera con Gaza, entonces vieron “descuidado” al país dando así su primer ataque significativo matando a más de 700 personas y secuestrando aproximadamente un centenar de israelitas. Fue entonces cuando Israel declaró la guerra.
Uno de los motivos de guerra, es que Israel y Arabia Saudita sostienen relaciones diplomáticas y esto alarma a Hamas, ya que Arabia sostiene financieramente al grupo terrorista y si Israel sigue con sus tratos con este país, el rey puede aceptar el derecho a existir de Israel, teniendo como consecuencia que Hamas se disuelva.
Otra razón, es que Israel bloquea totalmente a Gaza desde el 2006, año en que Hamas quedó a cargo de la administración de la franja. Esto provoca grandes niveles de pobreza en Gaza, donde normalmente la manera de vivir de los ciudadanos es pobre.
Finalmente, el Gobierno de Israel no ha experimentado un período de tranquilidad interna en última instancia. Cada sábado, decenas de miles de personas salen a las calles para manifestarse en contra de la reforma judicial propuesta por el gobierno israelí, en un enfrentamiento que ha persistido durante 40 semanas. La intención de los manifestantes es defender su visión para que Israel sea laico y liberal, ante esto Hamas percibe al primer ministro de Israel como una mentalidad socavada y piensa que es el mejor momento para atacar militarmente.
Cabe destacar que los incidentes del sábado coinciden casi exactamente con el 50º aniversario del ataque sorpresa que marcó el comienzo de la Guerra Árabe-Israelí de 1973.