En medio de crecientes preocupaciones sobre la seguridad de datos y los lazos con el gobierno chino, la popular aplicación de vídeos TikTok se encuentra una vez más en el centro de la controversia. El 13 de marzo, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que obligaría a la empresa matriz de TikTok, ByteDance, a vender la aplicación en un plazo de seis meses.
Desde su ascenso a la fama mundial entre los jóvenes, TikTok ha estado bajo escrutinio por parte de políticos y reguladores estadounidenses, que han expresado preocupaciones sobre la posibilidad de que los datos de los usuarios caigan en manos del gobierno chino. A pesar de los esfuerzos de la empresa para tranquilizar a los críticos, las dudas persisten.
El proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes es el último desarrollo en una larga saga de intentos por parte de autoridades estadounidenses para restringir el acceso a TikTok. La medida enfrenta ahora su próxima prueba en el Senado, donde aún no está claro cuál será el resultado de la votación.
El presidente Joe Biden ha indicado que promulgará el proyecto de ley si es aprobado por el Senado, subrayando la importancia de abordar las preocupaciones de seguridad nacional relacionadas con aplicaciones controladas por entidades extranjeras.
Sin embargo, la iniciativa no está exenta de críticas. El expresidente Donald Trump, actual candidato republicano para las elecciones presidenciales de 2024, ha condenado el proyecto de ley, argumentando que limitar a TikTok sería injusto y beneficiaría desproporcionadamente a gigantes tecnológicos como Facebook.
Las tensiones entre Estados Unidos y China se han exacerbado a raíz de esta medida. China ha advertido que la acción contra TikTok podría tener consecuencias negativas para Estados Unidos, sugiriendo que cualquier intento de «suprimir» la aplicación podría volverse en su contra.
Con la aprobación del proyecto de ley por parte de la Cámara de Representantes, el destino de TikTok en Estados Unidos está pendiente de la decisión del Senado, en un momento en que la seguridad de los datos y la influencia extranjera en las redes sociales continúan siendo temas candentes en el ámbito político internacional.