La Armada y el Ejército ecuatoriano ejecutaron una operación conjunta que dejó al descubierto un sofisticado punto de acopio de droga en la Isla del Amor, en la parroquia Cojimíes, cantón Pedernales. El resultado: 30 bultos de clorhidrato de cocaína escondidos entre la vegetación y listos para ser movilizados por las rutas marítimas del Pacífico.
De acuerdo con el reporte oficial, el cargamento —con un peso total de 697 kilogramos— estaba encaletado, confirmando que la isla funcionaba como un escondite temporal utilizado por organizaciones criminales para mover droga hacia el norte y el sur de la región. En el mercado norteamericano, esta carga tendría un valor cercano a los 20 millones de dólares.


Las Fuerzas Armadas indicaron que la operación fue el resultado de dos meses de investigación liderada por el Bloque de Seguridad, cuyo trabajo de inteligencia permitió precisar el punto exacto donde operaban los responsables del tráfico ilícito. Información preliminar apunta a que la droga pertenecería al GDO Los Choneros, una de las estructuras criminales más activas en la costa ecuatoriana.
El coronel José Andrade, del Ejército, detalló que cada bulto contenía aproximadamente 20 kilogramos, sumando un total de 600 kilos correctamente embalados y listos para su traslado. Aunque la incautación fue considerable, la misión no dejó personas detenidas, pues el cargamento fue hallado abandonado.


La operación arrancó la noche del 22 de noviembre y se extendió hasta la madrugada del 23. Posteriormente, una lancha guardacostas de la Armada extrajo al personal militar y los bultos desde la costa sur de la isla. La droga fue trasladada inmediatamente en la embarcación Isla Darwin hacia el puerto de Manta, donde arribó este domingo para ser entregada a la Fiscalía.
Con este golpe, las autoridades destacan la importancia estratégica de la costa ecuatoriana para las redes del narcotráfico y refuerzan la necesidad de mantener operaciones sostenidas para desarticular sus rutas logísticas.