Desbordamiento del río Daule causa estragos tras intensas lluvias en la región

Las persistentes precipitaciones han desencadenado una situación alarmante en la región, con el desbordamiento del río Daule como protagonista de una serie de eventos catastróficos. En un escenario marcado por la furia de las aguas, varios cantones han sido víctimas de inundaciones repentinas, dejando a su paso devastación y caos.

Las persistentes precipitaciones han desencadenado una situación alarmante en la región, con el desbordamiento del río Daule como protagonista de una serie de eventos catastróficos. En un escenario marcado por la furia de las aguas, varios cantones han sido víctimas de inundaciones repentinas, dejando a su paso devastación y caos.

Los municipios de Santa Lucía, Palestina, Daule, Colimes y Balzar se han visto particularmente afectados por el desborde del río, con múltiples áreas inundadas y un número significativo de hogares damnificados. Las calles se han convertido en auténticos ríos, arrastrando consigo vehículos, mobiliario urbano y sembríos, mientras que los residentes luchan por resguardar sus pertenencias y garantizar su seguridad.

El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de la provincia de Guayas ha puesto en marcha un plan de contingencia para hacer frente a la emergencia, coordinando labores de rescate, evacuación y atención a los afectados. Se estima que más de 2.000 viviendas han resultado afectadas por las inundaciones, incrementando la magnitud de la crisis y la urgencia de una respuesta coordinada.

Las autoridades locales han instado a la población a mantener la calma y seguir las indicaciones de seguridad emitidas por las autoridades, con el objetivo de prevenir mayores tragedias y garantizar una pronta recuperación de las zonas afectadas. Asimismo, se ha activado un sistema de monitoreo constante para evaluar la evolución de la situación y coordinar las acciones necesarias en tiempo real.

El desbordamiento del río Daule, desencadenado por las intensas lluvias, representa un recordatorio contundente de la vulnerabilidad de nuestras comunidades frente a los fenómenos naturales. Ante esta realidad, la solidaridad y la cooperación se erigen como pilares fundamentales para afrontar los desafíos presentes y construir un futuro más resiliente.

La atención y el apoyo tanto de las autoridades como de la sociedad en su conjunto resultan esenciales en este momento crítico, demostrando una vez más la capacidad de unión y respuesta ante las adversidades que caracteriza a nuestra comunidad.

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