Joe Biden, de 82 años, fue diagnosticado con una forma agresiva de cáncer de próstata el pasado viernes, tras presentar síntomas urinarios. El tumor, clasificado como nivel 9 en la escala de Gleason y con metástasis ósea, es considerado de alto grado, aunque sensible a hormonas, lo que ofrece esperanza para un tratamiento efectivo.
La familia Biden evalúa las opciones con sus médicos, mientras líderes de ambos partidos expresaron su apoyo. Incluso Donald Trump envió un mensaje de solidaridad, y Kamala Harris afirmó que Biden enfrentará esto con la resiliencia que lo caracteriza. Barack Obama recordó su lucha contra el cáncer desde el gobierno y se sumó a las oraciones.
Este diagnóstico llega tras su retiro de la carrera presidencial 2024, presionado por cuestionamientos sobre su salud y edad. Fue reemplazado por Kamala Harris, tras un controversial debate frente a Trump que dejó ver signos de confusión y desorientación.
El cáncer de próstata es el segundo más común en hombres. Aunque los casos con metástasis ósea no suelen ser curables, el doctor William Dahut aseguró que con tratamientos hormonales muchos pacientes logran vivir por años.
Biden ha mantenido un bajo perfil desde que dejó la Casa Blanca, pero continúa activo en la lucha contra el cáncer. En 2022 relanzó el programa “Cancer Moonshot”, motivado también por la pérdida de su hijo Beau en 2015 a causa de un cáncer cerebral.
