LOS NUEVOS PARTIDOS QUE LIDERAN LA ASAMBLEA NACIONAL

Nuevas alianzas le esperan a la asamblea

La Revolución Ciudadana continuará siendo la más amplia en la Asamblea Nacional, aunque sin alcanzar la mayoría absoluta. Desde 2018, su objetivo ha sido establecer una fuerza parlamentaria sólida para facilitar el regreso de su líder. En caso de que su candidata obtenga la Presidencia, buscarán reformar la constitución; si no, buscarán acuerdos con el ganador a cambio de influencia sobre ciertos jueces. La segunda fuerza política será el movimiento Construye, una reconfiguración de Ruptura 25, liderada por María Paula Romo. A cambio de ceder la candidatura a Fernando Villavicencio, este movimiento tendrá la mayoría de asambleístas.

El asesinato de Fernando Villavicencio y el apoyo de Christian Zurita hacen que este movimiento y la exministra de Lenín Moreno sean piezas cruciales en el tablero político. En tercer lugar se posiciona el movimiento ADN, previamente parte del gobierno de Moreno, ahora entra a la Asamblea por su respaldo a Daniel Noboa como candidato. Aunque sus principales asambleístas son relativamente nuevos, tendrán que lograr la mayoría legislativa si Noboa llega a la Presidencia.

En el cuarto puesto, emerge el Partido Social Cristiano (PSC) con Jan Topic, resistiéndose a desaparecer. Jaime Nebot ha realizado una jugada maestra: apoyó a un candidato carismático, solvente financieramente y cuyo discurso sobre seguridad coincide con una temática histórica de los socialcristianos. Mantienen un bloque relevante que, si vuelven a cooperar con la Revolución Ciudadana, podría acercarlos a la mayoría conjunta. Sin embargo, el propósito de Nebot y su partido parece ser más de conciliación que de obstrucción.

Como es costumbre, los pequeños movimientos locales, con representantes provinciales, influirán en la balanza política a cambio de favores. No se anticipa que la próxima Asamblea sea mejor que la anterior, ni que los asambleístas posean un nivel superior. A lo mucho, serán menos estridentes y más cautos, pero solo un reducido número tendrá la capacidad legislativa necesaria para las demandas de nuestra nación.

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